domingo, 28 de junio de 2015

De nada vale...

Que se me rompan las manos si te vuelvo a escribir, que mi cielo se convierta en infierno si te vuelvo a pensar y que la tierra sea un abismo si te vuelvo a perseguir.
Que la espera se convierta en neblina en la cual no pueda ver para así cansarme y cerrar los ojos para ya no esperar.
Que mi amor se convierta en cariño, el cariño en olvido y los recuerdos en cenizas para ya no saber ni tu nombre, ni tu existencia.
Si me enloquezco por la atracción que le provocas a mi alma, que no me lleven al manicomio, que de una vez me den muerte porque no vale de nada ser un desquiciado sin su medicina, sin la droga que controla todos sus demonios, sin la anestesia que causa tu sonrisa.
No vale de nada quererte amar cuando tú, ni siquiera me recuerdas con el mismo cariño que me desquicia.
De nada vale si este cariño no le dá sentido a mi vida.

jueves, 25 de junio de 2015

...

La vida consiste en sentir, observar y aprender.
Siento cariños, amores, des-amores, odios, alegrías y tristezas.
Observo cada paso que dan mis pies al ritmo del tiempo, cada sonrisa, cada esencia, la verdadera belleza que te caracteriza.
Amores arrastras tengo, acompañado con un toque de tristeza, alegría y des-amores que me tienden trampas. Y aún sigo sintiendo que el amor existe, por que no es emoción, es el verdadero sentir que me acompaña.

Porque eres eso, un libro...

Cada extremo de tu cuerpo es una historia, una rima, una lectura, eres un libro esperando a que lean cada una de tus historias, que vivan cada una de tus locuras.
Eres cada verso, párrafo, eres la guía de mis intenciones, eres mi poema, eres mi escritura.
¿Cómo obviar lo evidente? 
Amo cada página que escribes con cada momento. 
Amo la estructura de ese cuerpo.
Amo ese libro lleno de historias jamás contadas contenidas en un pedazo de papel donde lo convierto en mi universo.
Amo cada partícula en la que está constituida tu ser y eso que no la conozco por completo.
Te miro con ojos de lector, de escritor e incluso con los ojos que nunca te han visto, porque eres eso, un libro; eres un libro al que quiero sumergirme de lleno.

sábado, 20 de junio de 2015

Micro-Historia...

En el terror de la oscuridad se esconde un pasado oculto a la sociedad. Los años pasan y aunque la tecnología y los libros han dado información se ha convertido en un misterio para el mundo.
¿Qué ha pasado? El mundo se ha vuelto ciego ante lo que está en su mirar.
Las estaciones enloquecen a los periodos de tiempo, ya no ocurren en su momento y un ente demoníaco se presenta; es una entidad llena de sombras que juega con la mente de ese alguien que se encuentra en su presencia.
María, Ingenia un instrumento de fe para escapar de un infierno que le atormenta y ésta a su vez cree contar con Lucero que cree saber más que cualquiera solo por cargar en su poder una Biblia que para ella es un recurso poderoso.
Al pasar los días las torrentes se hacían de piedra, es decir, dura y fuerte, llena de base para eliminar a cualquiera, pero María no era boba, ella estaba amarrada a su fe que no la abandonaba, mientras Lucero se mantenía al extremo del desastre.
¡Dios Existe! gritaba con otras palabras que le acompañaban y se llenaba de valor al fortalecer la fe que en ocasiones le flaqueaba.
No será fácil le decía Lucero, pero, si eres fuerte has de ganar la batalla.
María sabía que las esperanzas eran cortas pero que poseía algo que le impulsaba, era el mismísimo Dios que se le presentaba y aunque no le podía ver, sabía que allí estaba.
La fe mueve montañas para los creyentes y aunque muchas veces perdamos, me alzaré y defenderé en lo que creo aunque ello me lleve a la muerte.


Lucero: ¿Que harás si esa misma muerte, en vez de poseerte, te lleve al infierno?

María quedó estupefacta; nunca pensó en ello, ella creía que era de ese tipo de almas blancas que mueren a su tiempo y llegan directo al cielo, confirmó que era algo erróneo lo que pensaba y que le habían preguntado una lógica muy posible en esos momentos, es decir, comenzaba a dudar de sus propios criterios.
Si me arrastran al infierno, ellos seguirán en ese extremo y me sentiré feliz con que no posean mi cuerpo para que no entren en éste universo. -Dijo María con un orgullo enorme, como si fuese la mejor respuesta dicha por un muerto-.

Lucero: ¡Comprendo! Debido a tu respuesta, quiere decir que ya te sientes preparada.
María: ¿Preparada? ¿Para qué?
Lucero: Para morir.
María: ¿Morir? No planeo morir en éstos momentos; y no, no estoy preparada aunque admito que ya perdí el miedo. ¿Me estás diciendo que no tengo esperanzas y que debo rendirme sin dar la batalla?
Lucero: No, solo digo que hay que estar preparado para lo peor.

En eso, María suspiró hondo y vio como el miedo que decía no tener le había entumecido el cuerpo. Sabía que era valiente, pero, también sabía que hasta el más valiente lo abatía el miedo.

María, una joven de 22 años, se sentía bien por tener a una guía como Lucero, una guía que le advertía con sinceridad los más altos riesgos.

¿Por dónde comenzamos? -Exclamó María-.
Lucero: Comencemos por contactar a un cura, un papa o un apostólico de esos.
María: Bueno... ¡Comencemos!
Durante todo el tiempo, comenzaron con la búsqueda, le dijeron que si era cierto todo lo que contaba ya que no presentaba algún indicio de ello y que las ojeras que poseía podría ser producto de un mal sueño.

Exacto. -Replicó Lucero-. María no ha podido  dormir a causa de ello, de eso que usted deduce como un mal sueño y resulta que es real lo que le estamos diciendo.

Mientras ellos se comunicaban, María había tomado un aspecto enfermo, feo; los ojos se le tornaron negros y de la voz dulce que poseía no quedaba ningún indicio.
El primero en percatarse fue el cura, ya que estaba de frente y Lucero que estaba de espaldas a un extremo logró percatarse a tiempo. Era como si el mismísimo demonio se le presentaba para que el cura comprobara lo que admitía como una infame creada por terceros.

Dios Mío. -Ambos exclamaron-. Fue como si se hubiesen puesto de acuerdo para susurrar en voz alta lo que estaban viendo.

María (Demonio): ¿Qué ocurre? No debería de sorprenderlos, son unos ingenuos por pensar que les entregaré ésta alma e incluso éste cuerpo. Veo sus miedos en sus ojos, sus creencias no son tan fuertes como dicen serlo, sólo son un montón de hipócritas alabando a un mediocre que dice estar en el reino de los cielos, les enseñaré el infierno cuando me haya ocupado de sus estúpidos cuerpos y las necesarias almas para que se quemen en el infierno, MALDITOS.

María que no parecía María, replicó con una fuerza enorme que surgía de su alma, de su cuerpo, del espíritu que la comenzaría a defender en ese mismo momento.
¿Cómo te atreves a llamar a mi Dios un mediocre? Cuando eres tú el que necesita mi alma y mi cuerpo.
¿Cómo te atreves a decirnos hipócritas? Cuando eres tú el que está mintiendo.

¿Mintiendo? Sabes que no lo estoy haciendo. -Replicó el demonio con una risa burlona que desgarraba la situación y el momento-. Eres tú la que ha traicionado a tu supuesto Dios, ¿o te recuerdo quien posee tu cuerpo? Me diste el permiso y por eso estás siendo consumida por lo negro que represento.

Estarás en mi cuerpo, si; te habré dado permiso, tal vez, no lo sé; de lo que estoy segura es de que no me estás consumiendo y yo, sigo teniendo fe en el Dios, el rey de reyes, el rey de los cielos.-Replicó María con mucha seguridad, tal seguridad incomodó al demonio-.

Ésta era una batalla a muerte, uno insultaba y el otro respondía, en ningún momento el silencio los invadía, pero, en algún momento que el ente bajó la guardia, María, con una habilidad fuera de lo usual tomó la iniciativa con una oración que le habían inculcado desde niña:

“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sea nuestra amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímele Dios, pedimos suplicantes, y tú, Oh Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás, y a todos los espíritus malignos, que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén".

Ella, pronunciaba muchas oraciones y el demonio intentando persuadirla decía... Serás pisoteada por mí y en el infierno te haré cruzar la línea del dolor, te convertiré en una ramera ultrajada por TODOS, si piensas que con esas oraciones triunfarás, ¡olvídalo!

En ello María recordó una información bastante necesaria y comenzó a retarlo diciendo:
Tú, sólo eres un instrumento de Dios, no sé si ya lo sepas, por que en su palabra dice: “Tú serás pisoteada por los demonios. Prepárate, hija mía, el demonio a Mi pedido será el que sumará el último toque a mi plan que llevaré a cabo en ti, es decir, tu santificación”.

No necesito de ti ni del mismísimo demonio, me basta y me sobra con el rey, así como te dí "permiso" te lo quito, te expulso de mi cuerpo como lo hizo Jesucristo al morir en una cruz y ser clavado por nosotros mismos.

Lucero y el cura estaban estupefactos y pálidos, no creían que María le estuviese dando la batalla, no creían que ésto fuese posible ya que lo estaba haciendo desde dentro, allá donde el demonio quería mantenerle reprimida.

Así no funcionan las cosas.-Replicó con furia el demonio-. Tu cuerpo es mío, ya lo es desde éste momento...

-Le interrumpió María diciendo-.
Señor de los cielos, permíteme el poder de San Miguel, hazme llenarme de mucha luz para que éste ser salga y no entre nunca más en mi cuerpo; concédeme la sabiduría y la gloria para eliminar de raíz éste mal que me ha poseído por sorpresa. Señor, ¡levantame! No quiero morir sin antes despojar éste mal que contiene mi cuerpo.
En ello, calló al suelo como una hoja en otoño y con el corazón exaltado, Lucero, corrió a su encuentro. 
Permaneció en un sueño profundo durante varios días, cuando despertó preguntó que había ocurrido luego, ya que se encontraba con cruces y agua bendita por todo su cuerpo.

Lucero: Una pelea de guerreros, donde el triunfador no ha sido el demonio o el infierno.

María agradecía a los cielos por el valor infundado y por los guerreros (personas) que le ayudaban para que no estuviese en su propio entierro.

Ahora entiendo; la palabra es fortaleza, luz, fe, sabiduría, es la plenitud de muchas cosas...-en ello la interrumpió Lucero-.
No sólo fue Dios, fuiste tú, porque sin tu fuerza espiritual hubieras... hubieras muerto e incluso ya lo estábamos dando por hecho.

A María no le sorprendió, sólo alzó la vista hacia el cielo y en ello exclamaba:

"Bendíceme Señor...
Padre Celestial, Dios Todopoderoso.
Con humildad vengo ante tu Presencia. Que gozo tan grande es venir ante Ti.
Te doy gracias y te alabo por tu Majestad Infinita, tu Omnipotencia y tus Perfecciones.
Por favor perdóname todos mis pecados.
Señor, vengo ante Ti en mi nadaísmo.
Quiero adorarte, quiero amarte con todo mi corazón, con toda mi mente, con toda mi alma y con toda mi fortaleza.
Quiero arder con deseo de Ti como un ángel.
Te necesito mi Señor, No soy nada sin Ti.
Te pido que me levantes ante tu Gloria.
Brilla tu luz sobre mi, permíteme caminar contigo y hacer siempre tu santa voluntad, protégeme y bendíceme, Oh Señor Misericordioso.
Lléname con tu Espíritu Santo, concédeme Paz, Amor y Gozo.
¡Sáname! Bendíceme y santifícame, Oh Señor.
Hazme una bendición para todos aquellos a mi alrededor. Amén".

Y con ello pasaron los años y si a María se le volvía a presentar otro demonio, se juró mantener con firmeza la fuerza de su espíritu y que no doblegaría nunca su fe hacia su Dios, se persignó y cerró la puerta que le hacía recordar lo sucedido.

-Fin.
Es un martirio que sus labios estén cerca de los míos y no poder besarlos por que son prohibidos.
Es un desquicio morir de ansiedad mientras recorro éste cuarto que se a creído grande pero que no los es conmigo.
 Y me rindo, le regalo mi alma a aquella sombra que me mira de lejitos.
Le regalo mi cuerpo a los gusanos si es que un demonio no está interesado en adquirirlo.
¿Pero, qué digo?
Soy el demonio que nadie ha conocido y que se asoma solo por un rendijo.
Soy un ángel cuando estás conmigo, aunque en vez de blanco se ha vestido de negrito.
Soy un vaivén que baila en un apéndice que se envuelve en una hoja como si fuera un estuche fácil de cerrar y difícil de abrir; aunque para ti sería muy fácil, solo bastaría con que abrieses la boca y permitieses que nuestras diferencias conformen un coro al compás de las caricias y los besos, esos besos que queman los labios y rejuvenecen el alma.
¡Soy! Soy un animal que se transforma por la silueta de tu cintura, el grosor de tus piernas y el desliz de una espalda esbelta llena de ansiedades que pueden ser aún más grandes con mis caricias.
Soy un monstruo que se tranquiliza con el mirar de tus ojos y el resplandor de tus sonrisas.
Eres el ser que me roba las palabras y me regala un centenar de letras.
Eres tú mientras soy yo, no somos iguales y no pretendo serlo, porque amo cada diferencia tuya que se impregna en tu cuerpo.
Si piensan que me drogo, es cierto, me drogo.
Me drogo con tres tasas de café por la mañana y dos por las noches.
Me drogo con un par de líneas que se convierten en lectura y a veces en diversas escrituras.
Me drogo con su oscuridad y la profundidad de sus indicios.
Me drogo con el olor que causa respirarla, con el sonido que me lleva a escucharla y con la cobardía que me prohíbe probarla.
Me drogo de maneras distintas, pero, me drogo, es la manera más hermosa de ser una adicta.

Reysi Silva

Si la distancia nos separa, no habrá un vacío, habrá un alma muerta y putrefacta. 
Si la vida me desvaneciese, rogaré por que estés bien para que nunca llores.
Si el tiempo nos desgasta, sigámonos mirando en el espejo e incluso después de ancianos, de todas maneras seguiremos estando allí tendiéndonos las manos. Quererte se ha vuelto pequeño para los años que llevamos.
Ya no figuro en ningún camino, todo es un remolino y me abruma el hecho de quedar en el exilio.
Mi alma la entregaré como un obsequio y mi cuerpo envuélvanlo en un cajón de espacios cerrados y oscuros, que sea tan estrecho para que mi corazón se pudra más ligero y mi existencia se vuelva solo en un recuerdo que será olvidado con el tiempo.

martes, 16 de junio de 2015

Permite que el amor que mueve mi corazón, en cada latido me alcance hoy.
 Muéstrame tu alma a través de una señal con la copa y guíame por fin al lugar especial. ¡Aparécete en mi vida!

miércoles, 10 de junio de 2015

Es un código de miedo que se encuentra incrustada en nuestras venas.
Es un artificio mal supuesto en nuestras ideas e incluso es un macabro miedo que nos llena hasta las venas.
¿Y se supone que yo era la cobarde? Cuando ni siquiera quieres darme la pelea.
Las sombras se asoman y tú las aceptas, llena tu alma de luz y aclaremos lo que nuestras partes no concuerdan
Mi querida amante de momentos largos y duraderos, he de ser constante en las praderas de éste encierro y ahora que salgo a la luz no te encierres en las tinieblas que te envuelven y te mantienen en el silencio.

Camina...

Camina lento y con calma, que el apuro no llene tu alma.
Camina de cerca y no de lejos para que la simpleza de tu belleza se haga notar aún más.
Camina lento para que tu ser enamore a las almas perdidas que no se encuentran en tu celular.
¡Camina! Aunque sea lento o rápido siempre te voy a observar.

martes, 9 de junio de 2015

Me he quedado sin letras y eso que el abecedario se encuentra hasta la zeta (Z).
Me he quedado sin palabras aunque mucha voz me queda.
Me he quedado con una vela habiendo tantos faroles con el cual alumbrar hasta las calles más desiertas.
Me he quedado sin cielo y sin estrellas, me he quedado con una noche consumida por las tinieblas.
Poco a poco camino por las calles aferrándome de lo que no existe en las veredas, mis manos tiemblan mientras mi cuerpo desea lo que mi boca vabotando en descargas de impaciencia.
La única belleza de éstos momentos son tus praderas tan llenas de desquiciantes olores que me impregna hasta las venas.
Quiero saciarme de ti, aunque ya no tenga claras mis ideas, esperaré el camino para encontrarte hasta en las tinieblas.

sábado, 6 de junio de 2015

Un trasfondo de tus intenciones

Hay algo macabro en todo ésto, lo peor es que no lo pienso y ni siquiera me atrevo a creerlo.
Ya llegó el verano y con él llegaron tus mentiras, tus absurdas marisqueritas con las que enloquezco en mi agonía que presenta mi absurdo masoquismo de querer creer en lo que no pienso, en lo que no debo.
No siempre fue así, en las lluvias me veías y yo creía conocerte, puesto que tu mirada era ardiente y sincera para el frío y lo oscuro que estaba el día.
Ahora es totalmente diferente, para ésta época manipulas mi mente y yo, como si fuera un delincuente, me ando escondiendo de las sociedades, de las putrefactas estupideces con las que llenas mi mente.
¿Cómo querer despegarme de algo que me hace feliz solamente en mi mente?

Pensar en tu estado macabro me hace reconocerte, por ello me despego totalmente, porque no quiero terminar llena de veneno de tu desquiciada mente, de tu estado animal el cual existes como una serpiente.

viernes, 5 de junio de 2015

Solo soy...

En qué momento me enamoré de tu alma.
En qué momento te dejé introducir por completo en mi cuerpo, mis pensamientos y en mis añoranzas.
En qué momento perdí el control de mis noches, mis días y de mis tardes viviendo entre tu carne.
En qué momento no supe distinguir entre tus intenciones y mis deseos.
Soy un caballero sin rumbo donde he perdido las batallas de mis soledades, donde tu recuerdo me acompaña luchando en contra de mis complejidades.
Solo soy un hombre diferente lleno más de actos que de palabras.
Solo soy un humano más en ésta tierra que vas pisando, que te va queriendo, que te va amando.
Solo soy una bestia de carne y hueso que anda divagando por hermosa flor que va volando y que no baja a tierra para tenerla entre mis manos.
Solo soy el infierno y tú el cielo, donde mas que mis demonios deseo que emerjan mis ángeles.
Llueve y no es una lluvia cualquiera, ésta embellece el clima, las praderas.
Llueve y el mundo se enfría haciendo del ambiente un provocativo y exquisito recipiente lleno de bellezas.
Que belleza es como llora el cielo, como se empapa la tierra, como me llena de nostalgia ésta bella llovizna tempranera.

Sus ojos.

Tengo tantas ganas de decirle que le quiero ver, que sus ojos quedaron impregnados en mi piel.
Que mis palabras son sinceras y están llenas de complejos que no ves por eso dije que no te quería ver cuando lo que deseo es al revés.
Si te dejaré seguir pero, permíteme quererte siempre y observarte, aunque sea a tus ojos, aquellos ojos que no me intimidan pero si me enloquecen.

miércoles, 3 de junio de 2015

Me parece...

Me parece que llora en silencio, matando sus horas con la soledad que le rodea.
Me parece ver sus ojos rojos de tanto llorar y las mejillas frustradas por un beso negado, lo peor se muestra en sus labios opacos, están muertos por la insatisfacción que le produce tu indiferencia.
Me parece verla morir al tratar de decir que no le importa y es así como se ahoga con las lágrimas que hoy en día son más que charcos.
Me parece que no haces nada por ella, solo la envuelves en tu ternura matándola cada día con el encanto que sólo ve ella en su mundo imaginario.
No quiero verla llorar, pero, ella se ahoga cada vez más en su cuarto que es oscuro y macabro.

Seguir existiendo.

Hay sombras que me persiguen, se siente el resfrío de sus almas oscuras y llenas de odio.
Hay lugares distintos y no les importa si está oscuro o claro, siempre andan a mi alrededor.
Hay una fecha dictada para tal abandono en el mundo y yo, no espero que sea éste el momento.
Hay personas que no soltaré aunque me llene de miedo y a la final les llene los ojos de lágrimas, aún no muero.
El universo responde en un determinado tiempo, me sorprende que después de no quererlo me haya hecho el honor de responder tan absurdo pedimento.
El alma brilla y mi cuerpo oscurece, se ha vuelto un hueco sin fondo e impenetrable luz oscureciente.
El mismísimo infierno me aclama, pero, no tiraré mi alma al abandono para que la tome por completo.
Hoy, quiero vivir con mi amor propio, el amor de mi madre y quien quita, tal vez aparezca otro.
Mañana, seguiré viviendo y no quiero hacerlo en sus recuerdos, quiero hacerlo en éste mundo que voy pisando.
Siempre, iré a la luz así me encierren en el mismísimo miedo, aprenderé de él como lo hicieron los genios.
No dejaré ir mis soledades a menos que llegue alguien que me llene más de lo que estoy lleno.
Puede ser que la muerte mate mi existencia pero, nunca matará aquellos recuerdos con los que lleno a las personas. Viviré, solo por darle la batalla al infierno.