miércoles, 25 de enero de 2017

A quien le pueda interesar:

Te invito un café para cuando quieras perder tus miedos, tus soledades, tus ansiedades, tus mismísimos infiernos.
Te invito un café para dar un nuevo comienzo y comprendas que no todo lo que no funciona ha de ir a parar a un basurero.
Te invito un café para cuando quieras soltar fantasmas y muchos apegos.
Te invito un café para cuando quieras ser valiente y dejar de andar corriendo.
La invitación estará abierta para que vayamos a perder verdaderamente el tiempo.

domingo, 22 de enero de 2017

Parece que han transcurrido millones de otoños, centenares de desiertos, mentiras y desaciertos. 
Me he mentido y le he mentido al resto, creí que ya me había levantado del suelo pero el cemento duro y frío me ha mostrado que aún no lo he hecho.
He perdido el miedo, sin embargo, eso no impide que siga manteniendo el mismo y maldito vértigo.

lunes, 16 de enero de 2017

Recuérdame como era escribir con los nudillos ensangrentados, congelados, completamente deteriorados.
Recuérdame que era batallar en contra de un lápiz que, posiblemente, no tuviese tinta para poder escribirle a la mayoría de mis amores poco olvidados. 
Recuérdame el masoquismo que causaba tu partida sin despedida, la heroína que producía tus apariciones, la equivocada sonrisa que causaba el recuerdo de tus olores.
Hazme recordar, mi amor, que era verdaderamente existir mientras moría.

domingo, 15 de enero de 2017

Estoy tratando de abrir un paracaídas que no sé si se va a abrir, si me va a ayudar a vivir o me dejará caer como las últimas ocasiones.
Son delirantes, ¿sabes? He transcurrido todos los sitios posibles, me he quedado y he seguido... no sé si para quedar libre o hundirme de lleno en la inmundicia que has dejado en mí desde ese entonces.
¿Y entonces? Supongo que tengo fe de que ese paracaídas funcione y me succione la esperanza de ver un nuevo amanecer. Porque estoy en penumbra desde ese 7 de noviembre.

sábado, 14 de enero de 2017

He tratado de aferrarme a la felicidad, de abrazarme hacia ella.
He tratado de crear hechos que me lleven hasta ella y, simplemente, no llego al camino que conduce a la verdadera vereda.
He tratado de apresurarme pero, mientras más rápido nos terminamos rompiendo y, con los nuevos amores aún más...
En lo que trato de envolverme "es un espacio vasto y abierto y de un silencio frágil, y me siento muy pequeño" en su intermitente resplandor, y es que, llevo conmigo un corazón congestionado.