sábado, 4 de febrero de 2017

Ya han pasado algunos meses desde que se ha oscurecido mi cielo, se ha vuelto una torrente secuencial que me impide dejar de buscarla en un par de letras.
Los caminos se han vuelto menos ligeros y camino por las calles más vacías para poder socializar de nuevo con mis recuerdos. He tratado de mantenerme en un equilibrio impetuoso pero parece un precipicio sin regreso, es que ha cerrado puertas y ventanas dejándome sin aire, dejándome morir allí adentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario