martes, 26 de abril de 2016

Te he estado pensando todo el día, en la misma silla, en la misma esquina, con el mismo sentimiento de todos los días.
He estado murmurando tu nombre en un par de líneas mientras observo el celular por si llega un mensaje con tu nombre, pero no llega. Pasa el tiempo y no te busco por lo dicho de aquél día, no sé si fuese mentira pero las palabras fueron tan precisas como un puñal en el alma.
Pudiese correr, volar y no volver pero tu recuerdo me persigue, y aunque no quiera, siempre me alcanza.
Ha de ser así, ¿no? Somos una interacción dialéctica sumergidos en el abandono, ¿tú? No, yo.
Es cierto, los amores, los días, las semanas siempre se acaban.

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