martes, 26 de abril de 2016

He borrado tanto este mensaje que cada línea vuelve a comenzar de manera diferente, desesperada y con mucha consistencia.
El día, la fecha y las fachadas de nuestras vidas vuelven a pasar como naufrago profundo y silencioso que no escapa de su cotidianidad, de esos sueños profundos que se transforman en pesadillas.
Cada línea temerosa, se escribe, con toda la disposición de la paciencia pero ya no le queda nada de ello entre el pecho y la espalda.
Cada párrafo de nuestras vidas, déjalas, que estén juntas; si tú me quieres y yo te quiero hagamos de ésto un baile con las historias de nuestras almas.

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