martes, 13 de octubre de 2015

"Acompáñame a estar sola" (no es Arjona).

No nací para colarme en las fiestas ni mucho menos para salir de casa. Disfruto la estancia en un sólo lugar, mi hogar; disfruto de la soledad que me obsequian mis cuatro paredes, mi cuarto.
Regalame un libro y, si me gustas y te apetece, me puedes "acompañar a estar sola", dejando así descubrir tu mundo, el universo que posee tu cuerpo y tu boca.
Quisiese susurros al cuerpo y no palabras al aire.
Quisiese descubrir cada punto cardinal que embellece realmente tu alma y descubrir el alba entre tus senos, entre tu espalda.
Minifaldas atrayentes y provocativas que dejasen observar la aurora de tus piernas; la conexión especial que desequilibra a cada caminante que recorre el camino de tu cintura hasta tu entrepierna.
Éste caminante amaría recorrer lo que trastorna a un Ángel y atrae a un Demonio, la esencia y el cuerpo contenidos en un sólo detalle, tu desnudez. ¡Que me encarcelen dentro de tu cuerpo! Total, seré vida mientras me dejes vivir en ese paraíso que me incita, me provoca.
Si, me gusta la soledad por eso, "acompáñame a estar sola".

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