miércoles, 5 de agosto de 2015

Hoy, cierro ciclos como se cierran puertas y ventanas.
Hoy, siento nostalgia por el cierre de aquellos trances que en algún momento estuvieron dispuestos a permanecer abiertos de par en par y ahora mantienen sus entradas cerradas.
Quisiese decirte que el amor no me falta, que sigue perplejo y la lejanía no me separa pero, en éste caso no soy yo, eres tú la que ha dado ésto por muerto, la que ha sepultado mi alma.
Mi corazón se ha convertido en un espacio chiquitico, la amplitud la has reducido en un nulo nivel que hoy deteriora lo que me llevó años construirlo, mi pilar se ha destruido.
El tiempo se me acaba, ¿te lo había dicho? Alguien me dio un número; un número maldito, el 20 es el número que me ha destruido y tú... te has vuelto su cómplice en destruir lo poquito que había vivido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario